Jerónimo Luis de cabrera nació en 1520, en Sevilla, hijo ilegitimo de doña María de Toledo y don Miguel de Cabrera.
Se caso con Luisa Martel de los Ríos (panameña hija de españoles).
En 1563 Jerónimo Luis funda la villa de Valverde donde auxiliaba a los pobladores con su propio patrimonio, en Perú. Debido a su valiosa labor fundacional y su destacada acción de guerra para el Ejercito Real y su posterior desempeño eficaz, el Virrey de Perú don Francisco Toledo lo nombra gobernador de las provincias del Tucumán en 1571 sin saber que 10 meses antes el rey Felipe II le había otorgado el mismo cargo a Gonzáles Abreu de Figueroa.
En 1572 llega a Santiago del Estero, Capital de las provincias del Tucumán y le había sido encomendado la tarea de fundar una ciudad considerando que seria mejor construirlas en las cercanías de un río que le permitiera el acceso al Río de la Plata y así desembocar en el Océano Atlántico de manera que se agilizara la comunicación con España (y no tener que subir Perú cada vez que quisiera realizar un viaje). Así fue como envía a Lorenzo Suárez de Figueroa a inspeccionar las tierras al sur de Santiago del Estero y cuando regresó comento acerca de lo favorable que resultaba el territorio y de la docilidad de los habitantes (sanavirones, comechingones y pampas); de inmediato Cabrera emprendió el viajes con un centenar de hombres, 40 carretas con víveres; instrumentos de labranza y cabras. El lugar llamado por los aborígenes fue llamado Quisquisacate (Entre Ríos) ubicado en el actual Barrio Yapeyù al margen del Río Sequía al cual los españoles rebautizaron bajo el nombre de San Juan y al poco tiempo fue renombrado como Río Primero. El 6 de Julio de 1573 en este emplazamiento, se llevó a cabo el Acto de Fundación alrededor de un árbol de tres gajos que no tenía rama ni hojas, llamado Picota o Palo de Justicia, donde se ajusticiaría a los delincuentes; también se coloco una cruz en el lugar que ocuparía la Iglesia Mayor, Designándose a San Jerónimo como el Santo Patrono. La ciudad se funda bajo el nombre de Córdoba; hoy encontramos en este lugar un Monolito en honor a esa Primera Fundación. En 1574 Jerónimo Luis de Cabrera, decide el traslado de la Ciudad al emplazamiento actual. Ese mismo año, meses más tarde, Gonzalo Abreu de Figueroa aprende y encarcela bajo penosa condiciones a Cabrera despojándolo de todos sus bienes. Fueron inútiles los pedidos de piedad por parte de los pobladores de la Provincia de Tucumán. Tiempo más tarde fue aplicada la pena del garrote. La razones de Abreu para matar a Cabrera, iban mas allá de la confusión de haber sido nombrados para el mismo cargo; se cree que los problemas venían desde España por disputas familiares; y también del temor de Abreu de que Cabrera de alzara contra el y lo despojara de su cargo gracias al prestigio del mismo.
Finalmente en 1577 tras numerosos y confusos episodios con el trazado original se concreta el traslado de la Ciudad a este lugar.