martes, 17 de mayo de 2011

HISTORIA DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA

Periodo aborigen:

Hasta la llegada del conquistador español en el siglo XVI, lo que hoy es el territorio de la provincia de Córdoba fue habitado por un variado conjunto de comunidades y culturales aborígenes. Los primitivos habitantes de estas tierras estaban organizados en bandas nómadas, que vivían fundamentalmente de la caza y la recolección de frutos. Se convirtieron en eficaces cazadores de camélidos, gracias a la fabricación de instrumentos de rocas duras como puntas de flechas y lanzas.
Con el paso del tiempo, estos grupos nativos comenzaron a organizarse en comunidades sedentarios de carácter temporáneo y/o permanente, como consecuencia de haber revolucionado la forma de extracción de los recursos de subsistencia, que comenzó a basarse, desde entonces, en los cultivos agrícolas y la ganadería doméstica, principalmente el maíz y la llama respectivamente.

Gracias al excedente de subsistencias que posibilitaba una economía de base agro-ganadera, pudieron surgir dentro de estas comunidades individuos que se especializaban en la elaboración de productos textiles y cerámicas, como así también por realizar en sus vestimentas, las que elaboraban a partir de lana de llama y guanaco, dibujos con colores vivos realizados con tinturas, minerales y vegetales.
Otra actividad artesanal que alcanzó gran importancia en estas culturas agro-alfareras fue la cerámica, que variaban desde algunas piezas realizadas en cerámica tosca, sin decoración y con forma mas delicada y decoradas con imagines y motivos diversos.
El desarrollo cultural de estos pueblos aborígenes se verifica también en el uso habitual de cestas y redes fabricadas con fibras vegetales, así como en las numerosas pictografías que aun sobreviven en muchas de las cuevas y aleros de nuestra provincia.
Cuando llegaron los españoles a lo que hoy es Córdoba censaron aproximadamente 50.000 aborígenes; distribuidos de la siguiente manera:

Malquesis y Quelosis: Habitaron al norte de la Laguna de Mar Chiquita, estaban emparentados con los aborígenes del noroeste, eran sedentarios y se dedicaban a la pesca (han quedado algunos vestigios de ellos en el Museo Aníbal Montes, en la localidad de Miramar).
Sanavirones: Habitaron desde el límite con Santiago del Estero, hasta el río Suquia excepcionalmente, llegaban hasta el Xanaes. Hacia el oeste habitaron en las sierras chicas. Eran de mediana estatura, de piel oscura, las demás tribus los llamaban negros; se agrupaban socialmente en Ayllus o Clanes que respondían al mismo apellido y a la vez a un mandón y todos estos a un Cacique. Habitaban en casas construidas con palos, adobe (barro cocido al sol) con techo de paja y barro, lo que dio origen posteriormente al rancho del gaucho. Vestían túnicas; eran agricultores, cazadores y sedentarios.
Comechingones: Habitaron en las sierras de Córdoba, se agruparon socialmente igual que los sanavirones, eran más altos, de tez más clara y usaban barba. Habitaban en las denominadas casas pozos, semienterradas y también en aleros y cuevas (en el cerro colorado hay este tipo de cuevas). Vestían túnicas, han quedado utensilios como puntas de flechas, morteros, vasijas de barro pintadas con colores rojo, blanco y negro con figuras geométricas excepto el circulo por que representaba al Dios “Sol”, también han quedado estatuillas en piedra en piedra o cerámica antropomorfas y zoomorfas. Eran agricultores, cazadores y sedentarios.
Pampas o Ranqueles: Habitaban en el sur de la provincia, conformaron el sector septentrional (norte) de la Región Mapuche de la cual se Arauca rizan. Se dedicaban ala rastrillada chilena (robar ganado) en la Pampa Húmeda, además robaban mujeres y niños en venganza hacia el hombre blanco. Eran muy buenos jinetes, vivían en tolderías construidas con palos y cueros. Nómadas. Eran muy belicosos

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